5 pasos que utilizo para empezar un nuevo proyecto, mejora de departamento o cualquier proceso de cambio dentro de una empresa. El futuro está asociado a la transformación, la adaptación y la innovación constante.
1. Documentarse y documentar.
Todo cambio requiere de una preparación previa. ¿Conoces la historia de “Afila el hacha”? La importancia de detenerse y afilar el hacha antes de cortar el árbol.
Documentarse y extraer toda la información necesaria, obteniendo un análisis que nos facilite visualizar una perspectiva amplia de la situación. Leer, escuchar, entender.
Documentar y hacer un breve guion del proyecto. Inicialmente sin filtro, anotando toda opinión, idea, comentario que nos surja, impulsando la creatividad. Posteriormente ordenando nuestro mosaico en un guion detallado y numérico del proyecto. Primero artista, después ingeniero.
2. El primer paso, la primera piedra.
No entremos en parálisis por análisis. Hemos de empezar con algo sencillo de implantar. Hasta las más grandes catedrales empezaron con la primera piedra. Quick win.
Somos conocedores de que el ser humano tiene resistencia al cambio, por tanto, ese primer paso nos ayudará a romper esa inercia. A su vez, nos facilitará información valiosa para contrastar el plan con la ejecución. Círculo Deming, Plan-Do-Check-Act.
3. Elegir el momento adecuado.
Nunca hay un momento adecuado en la empresa para acometer un cambio. Por tanto, ¡empieza ya!
Fija un día determinado en tu agenda, en una franja horaria holgada; los primeros pasos son los que más cuestan. No procrastinar.
Si eres gerente, ese día trabaja en casa, donde nadie te moleste. Si el proyecto lo vas a desarrollar en equipo, intenta salir de la empresa, alquila una sala.
Salir de nuestra zona confort, siempre es un reto. Por dificultad, por ignorancia, por ego, por tiempo… Sin duda, cuando tengo esa sensación, soy consciente que he de lanzarme y experimentar en terreno desconocido. A veces fracasando y otras con éxito, pero siempre aprendiendo en el camino. Ante hacer o no hacer, haz.
4. Actitud y visualización.
Cualquier cambio requiere de una actitud positiva. Habrá momentos que sientas desanimo y no quieras continuar; no todo es un camino de rosas en la gestión del cambio.
Mi consejo es visualizar la mejora, el proyecto. Es decir, ilusionarte con lo que quieres conseguir. A modo de ejemplo, si estás en un proyecto de mejora de un departamento de compras, visualiza tu trabajo, tu día a día, sin tener quejas de producción por rotura de stock o disponer de un departamento informatizado que nos permita sin esfuerzo acceder a toda la información.
Es importante mantener la motivación día a día. Si trabajas en equipo, transmite el avance del proyecto y las mejoras que se están consiguiendo. Ayuda mucho anotar las pequeñas mejoras o hitos conseguidos. «La satisfacción radica en el esfuerzo no en el logro»
5. Adáptate y mantén la ilusión.
¡Adaptarse es fundamental!
En el corto plazo, obtendremos fracaso o éxito; en el largo plazo son dos caras de la misma moneda.
Esfuérzate, ilusiónate, pon tu empeño para acometer en el presente proyectos en los que creas para construir tu futuro. La mayor ilusión es seguir teniendo ilusiones.
