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Personas motivadas, personas proactivas. Organizaciones con éxito

Los intangibles empresariales son elementos de compleja medición pero a su vez esenciales para el buen funcionamiento de una organización. De hecho, en ocasiones, para percibirlo, hay que volver a lo más básico. A la raíz, por ejemplo, de una definición. La Real Academia Española define “éxito” como “resultado feliz de un negocio o actuación…”. Revelador.

“Resultado feliz de un negocio”. No habla de rentabilidad, ni de KPI’s, ni de posicionamiento de mercado… Nos encontramos cada vez con más frecuencia con departamentos de Personas con áreas de Bienestar y Felicidad con el objetivo de cuidar al mayor activo intangible de las empresas, las personas.

¿La empresa se ha convertido en una ONG?

Volvamos a los años noventa. Los economistas Robert Kaplan y David Norton publicaron, en la Harvard Business Review, su trabajo sobre la medición de resultados, no solo en términos financieros, sino de visión y estrategia a largo plazo, a través de su modelo Balance Score Card. Su objetivo era: “Movilizar a la gente hacia el pleno cumplimiento de la misión, a través de canalizar las energías, habilidades y conocimientos específicos en la organización hacia el logro de metas estratégicas a largo plazo”.

Un ejemplo más en el que mentes expertas sitúan a las personas como impulsores del éxito empresarial dentro de las organizaciones. Las personas implicadas y motivadas son proactivas, lo que revierte en el resultado económico de la empresa.

¿Qué debe asegurar una empresa para contar con un equipo motivado?

Citamos tres puntos clave para conseguir un equipo feliz e implicado.

  1. Superar los estándares medios de remuneración, higiene y seguridad.

Las mejores empresas para trabajar (Best Workplaces) están por encima de la media en las condiciones laborales ofrecidas a sus empleados, lo que permite atraer talento.

  1. Comunicar el propósito de la compañía.

Esta información no puede ser privilegio de unos pocos. Para implicar al equipo humano tenemos que hacerlo partícipe del proyecto empresarial para que cada miembro reconozca su aportación y se sienta orgulloso.

  1. Directivos y mandos intermedios orientados a personas.

Es cierto que el departamento de personas, con sus actuaciones y planes, contribuye a mejorar el ambiente laboral, pero esto, por si solo, no es suficiente. En el día a día, los responsables deben abanderar esta misión, predicando con el ejemplo y acompañando y guiando a sus equipos.

 

El potencial de las personas es infinito, no desperdiciemos ese valor. Las empresas deben grabar en su ADN este comportamiento en pro de una mejor sociedad en continua evolución.

 

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